Reportaje en Empire UK (abril 2017)

ÉRANSE DOS VECES

Hacer que una historia tan antigua como el tiempo se sienta fresca no es una tarea fácil. Cómo Disney revivió un amado Clásico en una película de acción real.

«Bienvenidos a vuestra niñez» dice Josh Gad, recibiendo a Empire en el plató de la aldea totalmente construido en los estudios Shepperton. Siguiendo a Maléfica, Cenicienta y El Libro de la Selva, éste es el último remake de carne y hueso de un título animado de su legendario catálogo. La palabra clave aquí es realismo, tanto estéticamente como psicológicamente. Ambientado en la Francia del siglo XVIII, más allá que un ambiguo érase una vez, el período ha influido en las elecciones artísticas. «Queríamos aportar tanta profundidad y detalles como fueran posibles», dice Emma Watson, que interpreta a Bella. «Es nuestro trabajo llenar los espacios, dar capas y detalles que no podías conseguir en la animación».

Este proyecto es un desafío, incluso para los estándares de los relanzamientos de Disney. En 1991, La Bella y la Bestia fue nominada a Mejor Película, -la primera animada que lo fue- y creó iconos instantáneos a través de Bella, Bestia, Gastón y una tetera cantarina. Aquí, el reparto y el director Bill Condon explican cómo trasladaron momentos clásicos a la acción real.

LA CANCIÓN DE BELLA

Como en la versión animada, en nuestra introducción a Bella se la ve caminar con aire soñador por la aldea (llamada Villeneuve en honor a Gabrielle Suzanne Barbot de Villeneuve, escritora de la historia de 1740), lamentando la rutina de la aldea a través de una canción. La secuencia no sólo establece el tono- «Ayudas a la audiencia a relajarse y a que sienta que vas a expresar las cosas musicalmente», dice Bill Condon- pero establece los elementos clave de la historia. Él gran número «quiero» de Disney, claramente muestra las esperanzas y sueños del personaje.

«Sitúa la escena en una mujer que no encaja en la sociedad en la que vive», dice Emma Watson. «Es una mujer a la que le encanta leer y vivir aventuras, y no está particularmente interesada en ser salvada o casarse con el atractivo macho alfa del pueblo. Pinta ese panorama bastante bien, con una buena dosis de comedia.»

Esta comedia viene de asuntos cuidadosamente coreografiados en el fondo, involucrando tanto a los aldeanos como al tosco pretendiente Gastón (Luke Evans) y su secuaz Lefou (Josh Gad). Aquí la película se diferencia de la animada por razones obvias. «En el filme animado golpean a Lefou en los dientes y es pisoteado por caballos» dice Josh Gad. «No puedes hacer eso en un largometraje de acción real a no ser que estés grabando una película de los hermanos Marx».

El recuerdo principal del número de apertura de Bella era montar en un rocín con un presentimiento mortal «Pensaba que iba a morir en ese caballo». Pero su terror se reemplazó de inmediato por orgullo. «Recreamos perfectamente ese momento tan icónico. Todo salió bien».

CONOCIENDO A LA BESTIA

La maldición que había convertido al Príncipe (Dan Stevens) en una Bestia también hace que su castillo este «encantado» con objetos inanimados que cobran vida. Esos incluyen a Din Don (Ian Mckellen), el armario Garderobe (Audra Mcdonald), el plumero Plumette (Gugu Mbatha-Raw) y el clavicordio Cadenza (Stanley Tucci), creado para esta película. Mientras Bella conoce a la Bestia por primera vez en la torre del castillo, el encantamiento toma la forma de un cautivador homenaje a la resplandeciente La Belle et la Bête de 1946 de Cocteau. «Tenemos a las manos sujetando antorchas» dice Condon. «Ésa era una secuencia muy memorable en su película. Está muy estilizado pero lo mantuvimos tan real como fue posible». Hay otros guiños al filme de Cocteau. «Tenemos animales en la parte de arriba de las columnatas» dice la diseñadora de producción Sarah Greenwood. «Me encanta esa tangibilidad».

Si bien los decorados son reales, los efectos para la crear a la Bestia no lo son para nada. Para aportar su actuación del cuello para abajo, Dan Stevens llevó un traje musculado gris de lycra y zancos de acero. «Lo logré bastante bien en las escaleras» dice Stevens muy orgulloso de la escena en la torre. Para la actuación facial fue escaneado por 27 cámaras. «Emma venía, se sentaba al otro lado de la cámara e interpretaba la escena otra vez para lograr la expresión adecuada, » recuerda. «Era muy liberador, conseguías dos intentos en la escena»

LA CANCIÓN DE GASTÓN

«Es la definición de una canción que se te queda en la cabeza» dice Gad sobre el gran número de Gastón.« Es una canción en la que no puedes más que cantar, sonreír y divertirte».

La cancioncilla bebedora del villano es una oda a sí mismo. Si bien el ingenioso contenido lírico se ha mantenido, Condon ha modificado la puesta en escena. Este Gastón es un ex-soldado, intercambiando los recuerdos como un mariscal de campo, - la taberna incluye retratos de sí mismo en las paredes- así la historia adquiere una dimensión extra.

SPOILER«Lefou tiene que esforzarse para animarle» dice Condon. «Ofrece bebidas gratis para todos. Desliza a la gente monedas y los convence para que recreen los triunfos de Gastón. FIN DEL SPOILER Así que se convierte en una batalla musical, al estilo de los clásicos de los 40 y las películas de Gene Kelly de los 50. Es muy diferente a la película animada.»

La escena se grabó en cuatro días pero los ensayos duraron más de un mes. Se reprodujo por primera vez en la lectura de guión que Luke Evans describe como una «experiencia multimedia» con un público íntimo. «Todo el reparto estaba allí», recuerda. «Construyeron un escenario de la taberna y salí delante de todo el mundo y actué. Fue aterrador pero maravilloso».

Tanto Luke Evans como Josh Gad tienen formación musical, el primero en el West End (Inglaterra) desde Rent y Miss Saigon hasta Avenue Q, el otro con The Book of Mormon en Broadway. Por ello ambos tomaron un camino inusual cantando en vivo en vez de trabajar con un audio pregrabado.

«Cuando cantas algo ocurre en tu garganta y en tus ojos» señala Evans. «Cuando he visto a alguien haciendo playback en el teatro o en una película simplemente lo sé. Si así me siento como cantante, ¿por qué no hacerlo en directo?» Gad está de acuerdo «Sueñas con esto de niño».

NUESTRO HUÉSPED SEA USTED

Liderado por el candelabro Lumière (Ewan Mcgregor), el impresionante número de la hora de la cena «Be our guest» se basa en momentos de diferentes musicales. «Tenemos docenas de referencias: Cantando bajo la lluvia, Chicago, Cabaret, Sonrisas y Lágrimas... Hay algo de Martha Graham, algo de Esther Williams, algo de Bollywood. Lumière es algo así como un fanático de los musicales» dice Condon. Para Emma Watson, grabar esta escena incluyó mirar «docenas de luces led bailarinas» mientras estaba sentada en la sala. «Fue un trabajo enloquecedor» dice. «Afortunadamente ya había hecho algo de eso en Harry Potter, si no me habría sentido abrumada».

En el nuevo giro del número por Condon, se ven a varios utensilios de cocina «intentando alimentarla sin éxito» Dada la ausencia de platos danzarines en Hollywood, la mayor parte de la escena se hizo por ordenador. Dice Condon «Pedí agregarlo y esos tres minutos cuestan más que mi última película Mr Holmes. Me atrevería a decir que es número musical más caro jamás grabado» . Apunta eso La La Land.

EL BAILE

«Ambos un poco asustados, ninguno de los dos preparado». Las letras de Howard Ashman describen las tentativas del baile entre Bella y Bestia en un gran salón de baile que podría aplicarse también a Emma Watson y Dan Stevens grabando la escena más icónica de La Bella y la Bestia-un impresionante vals con la canción principal interpretada por la Señora Potts (Emma Thompson, sustituyendo a Angela Lansbury). Pero cuando las estrellas se conocieron al principio en un estudio de baile de Londres para ensayar la secuencia, sus nervios rápidamente se fueron. «En realidad fue una muy buena vinculación pre-película», dice Watson. «Llegamos a conocernos y aprendimos a confiar  el uno en el otro. Me gustaría recomendar a todas las parejas ir a bailar juntos, sellarse en los dedos del otro, estar completamente fuera de ritmo. Es perfecto.»

La escena es un césped sagrado para los fans de Disney, pero Condon se ha atrevido a hacer un par de cambios. SPOILER En primer lugar, el salón de baile cobra vida, con tallas de madera de instrumentos musicales en el techo comenzando a tocar. FIN DEL SPOILER En segundo lugar, dice

Condon, Bella «tiene la calidad de un maestro», para ayudar a la Bestia a volver a conectar con sus días de baile. «Es un playboy de salón de baile, pero pierde ese lado de sí mismo cuando se convierte en la Bestia », dice Stevens. »Bella lo conecta con esa cosa que él ama, incluso con las patas grandes. «Pero la danza tiene la misma función narrativa - es, como el actor subraya , «un verdadero punto de inflexión en el romance». Un vals es la manera perfecta de hacer eso porque estas mareado y sin aliento ", dice Watson. «Tienes que confiar en el otro. Estás aprendiendo a mantener el tiempo y ritmo con otra persona, no sólo para ti mismo. Es la metáfora perfecta.»

Sumando a la presión, cuando la escena la escena se grabó ante la cámara - cuando ya llevaban un tercio del rodaje - todo el reparto fue a verlo. Pero fue otra cosa la que estaba atormentando los nervios de Watson. «Dan estaba esencialmente vestido con zancos de acero », recuerda. «Tenía un poco de miedo de que mi pie se rompiera o fuéramos a terminar hechos un lío en el suelo. Así que tenía una dificultad extra a ella. "

El dominio en directo de Watson y Stevens dio a Condon la oportunidad de ser fluido con su cine «Hicimos grandes trozos de ella", dice. «No era como, 'Hagamos estas cuatro franjas aquí'. Era una de esas cosas en las que pensabas, "Ojalá pudiéramos ponerlos en un escenario esta noche para que la gente pueda ver lo bien que lo hacen"». Si quiere seguir adelante con eso, Bill, sea nuestro invitado.