En defensa de la Bella animada

Multitud de  noticias atribuyen a Emma Watson la nueva independencia de su personaje en carne y hueso, que marcará un hito en la creación de nuevas heroínas de Disney que luchan por sus sueños y no se dejan amedrentar por las convenciones sociales al no llevar corsé y ser inventora. Oh, espera, ¿no era la nueva y rompedora heroína Moana? ¿O Elsa? ¿O Mérida? Cada dos por tres veo noticias en las que ponen en un pedestal a un personaje de alguna producción reciente de Disney (o Pixar), obviando el legado anterior de las más de cincuenta películas animadas que ha producido la compañía, pero este caso me parece la gota que ha colmado el vaso.  Y por ello, voy a soltar toda la bilis que llevo acumulada y hablaros de la génesis del personaje de Bella.

Linda Woolverton había llegado a Disney tras impresionar a Jeffrey Katzenberg con un guión para un proyecto que nunca llegó a producirse. Era la primera vez que Disney contrataba a un guionista para tener una historia establecida desde el principio y así evitar animaciones innecesarias que elevarían muchísimo el gasto de la película. Para Linda Woolverton no fue fácil escribir el guión. Cada vez presentaba un borrador, se lo reescribían, algo normal teniendo en cuenta que el trabajo en animación es un trabajo en equipo, pero es algo que lógicamente le costaba entender.  Bella fue un personaje femenino algo diferente al que había presentado Disney en otras películas. Para empezar, estaba obsesionada con los libros (el único precedente reseñable es el de la hermana de Alicia). Linda Woolverton decidió impulsar esta cualidad inspirada por Jo (Katherine Hepburn) de la adaptación de Mujercitas, y para evitar que su pasatiempo fuera aburrido de animar sugirió que Bella caminara mientras leía, algo que hacía cuando era pequeña. La lectura muestra un rasgo muy importante de su personalidad: está abierta a aprender nuevos conceptos y a otros mundos a través de los libros.

 Linda , con el apoyo del ejecutivo Jeffrey Katzenberg y del letrista Howard Ashman, puso una serie de límites a lo que estaba dentro del personaje de Bella. Por ejemplo, al principio Bella iba a estar llorando todo el rato, pero la guionista insistió en que la heroína no tenía que quedarse sentada lamentándose, si no salir a descubrir que pasaba en ese castillo encantado. Pasando al otro extremo, cuando hablaba con Gastón en su casa, iba a tirar al fanfarrón a un armario. Pero Woolverton sugirió que Bella sería lo suficientemente inteligente como para expulsar al villano de una forma más sutil.

En una escena eliminada, Bella decoraba un pastel para dar la bienvenida a su padre. Sin embargo Linda había propuesto que iba a estar marcando los lugares que le gustaría visitar en un mapa, y habían cambiado la escena sin pedir su opinión, algo que la dejó sin palabras. Cada frase del diálogo fue un frente abierto entre los trabajadores de la historia (entre los que se encontraba Roger Allers y Brenda Chapman)  y la guionista. Hasta que un día el vicepresidente de Walt Disney Pictures Peter Schneider dijo que debían trabajar codo con codo sí  o sí. Recibieron la noticia con una lógica decepción, pero tras esto todo empezó a funcionar como la seda y se sintieron parte de la escritura de la misma historia. Más adelante, Roger Allers y Linda Woolverton trabajarían juntos en El Rey León como director y guionista, respectivamente.

Peter Schneider a la izquierda. Gary Trousdale( uno de los directores),
 Roger Allers, Jeffrey Katzenberg y Roy Disney

Tampoco debemos olvidar el papel de Howard Ashman: fue el que animó a Linda Woolverton a luchar por el personaje, y resultó clave para mantener una escena tan importante creada por Brenda Chapman y  Roger Allers como la persecución de los lobos, que Jeffrey Katzenberg quiso retirar, y en la cual se ve la valentía de la muchacha, su compasión y un cambio en la relación entre Bella y el príncipe maldito.

Paige O'Hara (voz de Bella) y los animadores buscaron dotar a Bella de la suficiente credibilidad. Al principio sus diseños eran más próximos a Angelina Jolie, así que la actriz pidió que los cambiaran para que fuera más corriente. Bella es guapa, pero no perfecta: continuamente se aparta un mechón de pelo de la cara, un gesto que se tomó de la actriz estadounidense. Es una belleza genuina, natural, sin retoques de maquillaje, una chica normal con pelo castaño, más preocupada por sus ansias de saber que por su aspecto o el de los demás. Por otra parte, Bella es más madura que otras princesas. No es una adolescente, sino una mujer veinteañera.

En el pasado, las princesas eran  esclavas de las circunstancias y les pasaban cosas, lo que no quiere decir que necesariamente sea algo malo: Blancanieves es capaz de poner en su sitio a siete hombres en una casa que no es suya y mantenerse positiva a pesar de verse desterrada. Cenicienta no deja de soñar aún con los obstáculos que le pone su madrastra. Aurora sabe que tiene que cumplir con su deber por el bien de su reino aunque eso signifique poner fin a sus esperanzas de ver otra vez a aquel muchacho que en realidad era Felipe. Ariel da un paso más y toma la decisión de convertirse en humana, pero no sólo por Eric, si no también por su interés por experimentar el mundo de los humanos que lleva investigando desde hace años.

Esta vez es Bella quien toma las riendas de su caballo Philipe y no duda en sacrificarse por su padre. Va contracorriente de lo que piensa todo el pueblo, rechazando a Gastón y defendiendo a su padre y a la Bestia. Es independiente. Le gusta leer. No cede ante el abuso, empieza a prestar atención a la Bestia cuando la trata como una persona, tiene claras sus prioridades y no duda en ayudar a su padre enfermo. Salva a la Bestia no con espadas y golpes,si no con algo mucho más valioso: su capacidad para ver más allá de las apariencias y su apertura de mente. Tiene deseos de descubrir su lugar en el mundo. ¿Sigo o la  Bella animada resulta aún así demasiado anticuada para ser un modelo a seguir de acuerdo con los supuestos mejores valores del nuevo milenio?

Y otra cosa más en relación con el corsé: NO SE PUEDE COMPARAR UN DIBUJO ANIMADO CON LA REALIDAD. Son caricaturas: nadie tiene los ojos de ese tamaño en la realidad, ni la cabeza en proporción al cuerpo. Son elecciones que se hacen con un sentido estético que funciona dentro de un mundo que se asemeja al nuestro, pero no es el mismo. Por citar un ejemplo fuera de esta película, supongo que mucha gente criticará la delgadez extrema de Mégara de Hércules, ¿verdad? Pues si miraran los bocetos originales de Ken Duncan, verían que su diseño tiene una estrecha relación con las vasijas y columnas griegas. Nadie parece quejarse de los músculos irreales de Gastón, pero cuando se trata de personajes femeninos es más fácil culpar a Disney de los desórdenes alimenticios que por desgracia sufren muchas chicas. Desde mi experiencia, jamás he visto a Disney como algo que tenga que ser al pie de la letra así en la realidad: ¿verdad que nadie pretende tener los cuerpos descompuestos de un cuadro de Picasso? Es arte, una forma artística de expresar a un personaje. Si quieren realidad, vean una película con personas de carne y hueso y analicen con gusto. Exigir que una película animada que se ajuste 100% a la realidad no sólo sería aburrido visualmente, sino que anularía la creatividad artística de los trabajadores del mundo de la animación.

No olvidemos, señores periodistas, que la nueva película de 2017 se basa en un Clásico que se estrenó en 1991, cuando Emma Watson tenía sólo un año de edad . Las diferencias con su homóloga animada se hacen con un fin narrativo, al tener más minutos que una película animada se exige añadir más capas, que no sabremos si funcionarán hasta el momento del estreno. Nuevas ideas que son fruto de un trabajo con el director Bill Condon, la actriz, los guionistas, y para el vestido, con la diseñadora Jacqueline Durran, los cuales según se detecta en sus declaraciones, son conscientes de la importancia del largometraje animado. Francamente, la idea de Bella como inventora no me parece tan descabellada, es un añadido bastante natural.  Las amas de casa muchas veces han hecho apaños para tener más tiempo para otras cosas, y si Bella veía a su padre crear máquinas seguro que aprendió muchas cosas de él mientras lo ayudaba y las aplicó para poder dedicarse a su pasión, la lectura. En cuanto al corsé, el vestido en general se toma bastantes libertades respecto a lo que llevaban las mujeres del siglo XVIII. Lo llevara o no, seguiría sin ser 100 % exacto. Y si como he estado leyendo que Bella tiene que marcharse corriendo justo después, me parece una decisión bastante acertada. Pero eso no significa que los ajenos a esta producción debamos menospreciar e ignorar deliberadamente el legado del Clásico original o la animación en general, o que llevar un corsé para una ocasión especial es antifeminista, como sugieren algunos medios.

Una película animada que la actriz británica tiene muy cerca de su corazón y fue uno de "sus primeros acercamientos al feminismo". Invito a los escritores de las mencionadas  noticias a que se documenten antes de publicar, ya sea hablando de este tema o cualquier otro. Como periodistas, siempre debe primar la voluntad de informar y no la de caer en un sensacionalismo barato que no ayuda a nadie y rebaja la calidad y confianza en sus escritos. Créanme, no pierden nada por echar un vistazo al Clásico animado. Es un largometraje que se ha mantenido muy bien durante estos 25 años. Y los que quedan.

Por si queréis saber más:

• Entrevistas a Linda Woolverton
• In her own Words: Linda Woolverton
• Entrevista a Paige O'Hara y Mark Henn
• Homenaje en la Academia
• Emma Watson habla de Bella
• Bill Condon habla de la película
• Bill Condon habla de la Bella del Clásico
• Sobre el vestido de Emma
• Sobre la bibliofilia de Bella